Una emotiva jornada de agradecimiento, a sus años de trayectoria, y de despedida del Servicio Local, tuvieron decenas de funcionarios que esta semana firmaron sus finiquitos tras un anhelado proceso de retiro asistido.
 
La instancia, que es pionera a nivel de los SLEP en funcionamiento a nivel nacional, benefició a 20 docentes y 29 asistentes de la educación, quienes pudieron dar un paso al costado en sus labores con una compensación económica amparada en la solicitud de la supresión de horas.
 
Se trata de más de $580 millones a entregar para los 49 funcionarios y funcionarias que fueron elegidos bajo algunos criterios: mayores de 60, que no hayan postulado a otros procesos de retiro y que presentaran graves dificultades sociales o de salud.
 
En medio de las palabras de agradecimiento de Silvana Gutiérrez, subdirectora de Gestión y Desarrollo de Personas de SLEP, los ahora ex funcionarios comentaron que, pese a que hubieran deseado que este proceso concluyera antes, están agradecidos de poder contar ahora con estos recursos.
 
Así lo dijo, por ejemplo, Patricia Puebla quien se desempeñaba en el Colegio México. “Yo me retiro por problemas de salud, mi salud no ha sido muy buena, voy por la tercera operación y es un problema por las licencias. Agradezco que pude retirarme con algo de dinero y ahí veremos lo que hacemos. Estoy totalmente agradecida”.
 
Por su parte Ana María Manríquez (62), quien se mantuvo 16 años en la educación pública, destacando su presencia en el Liceo María Franck, el Colegio México y como integrante del sindicato SIFE; asegura que extrañará este trabajo. “Yo me retiro por razones personales, no porque me quiera retirar. Porque cuando desapareció la carrera de secretariado en Valparaíso yo estudié administración de empresas para poder seguir trabajando en lo mío. Me gusta mucho la parte administrativa. Llevábamos tres años esperando este dinero, por ese lado alegría, pero por desvincularme no, porque no era mi meta dejar de trabajar”.
 
“Yo lo único que quería era que nos avisaran que habían llegado las autorizaciones. Estábamos muy esperanzados desde el año pasado, y ahora más encima llega en este mes tan simbólico. Fue una alegría tremenda”, comentó al enterarse de la noticia -previamente- el docente de artes visuales, Carlos Vitali, del Liceo Alfredo Nazar Feres.
 
En el encuentro también estuvo presente Lincoyán Álvarez (69), quien era parte del Liceo Técnico Bicentenario de Valparaíso, y quien destaca que, en la mirada país, no se debería depender de compensaciones, sino de pensiones dignas. “Los montos son irrelevantes, a mí me ayuda harto, pero lo ideal es que uno no tenga una pensión paupérrima ya que a esta edad comienzan mucho las situaciones de salud (…) uno debiera tener una pensión digna antes que nada”.
 
Gutiérrez, en tanto, cuenta que “fue un día muy especial con la notificación del finiquito de los y las funcionarias. Muchos hablaban de justicia, cerrar un ciclo para abrir otro. Hablamos de la libertad. Incluso el Director Ejecutivo de SLEP se juntó con el grupo y pudo vivenciar la tremenda calidad humana que tenemos en el servicio, incluso quienes se fueron nos dejaron un mensaje: que sigamos adelante ‘porque esto es lo que necesita el país para nuestros niños’ y eso fue una inyección de energía para todos nosotros”.
 
Sobre la espera de casi dos años que tuvieron que enfrentar para la llegada de estos recursos, agregó que “el tema es que los servicios locales, como tienen tan poquita historia, no se había hecho. Entonces somos los primeros en hacer este proceso, que se vuelve un aprendizaje para las otras instancias. Si bien fue una época de larga espera, hubo un trabajo diario y esto marca un precedente para que las próximas personas, de este u otros servicios locales, ya van a tener el camino abierto (…) Tenemos la fe de que los procesos ahora van a ser distintos porque ya pasamos la primera etapa. A contar de ayer (martes) dejaron de ser funcionarios del Servicio Local, aunque nunca van a dejar de ser nuestros compañeros de trabajo”.