Trabajando arduamente por la reintegración de estudiantes, que han abandonado el sistema educativo, y también por el fortalecimiento en la asistencia, se encuentra el equipo de revinculación que está trabajando en SLEP Valparaíso.
 
Se trata de 13 profesionales dedicados y dedicadas específicamente a esta materia que es uno de los tres ejes definidos como prioritarios por el Gobierno tras la pandemia (los otros dos son el fortalecimiento de los aprendizajes y la priorización de la convivencia y salud mental).
 
A la encargada, Catalina Mardones (trabajadora social); la coordinadora territorial, Constanza Salazar (psicóloga), y la analista de datos, Camila Barra (socióloga); se suman cinco duplas de especialistas que están recorriendo el territorio.
 
Sobre la captación de alumnos y alumnas que han desertado el sistema, en los últimos tres años, aseguran que, gracias al despliegue hecho en terreno desde el 24 de agosto, se han identificado a 627 personas, vinculadas previamente a 47 establecimientos de Valparaíso.
 
“Lo más importante es cómo el programa ha servido como un canal entre la red intersectorial y la red interna. Igual nosotros nos hemos encargado de optimizar lo máximo posible, sin saturar a los establecimientos, considerando sus territorios y contextos. Es un programa vinculado a la red de mejora continua, procesos y resultados, y también muy conectado con convivencia escolar”, explicó Catalina Mardones.
 
Agregó que “el principal mensaje a la comunidad, a las familias, es la importancia de ser partícipes y responsables del proceso educativo de sus hijos e hijas. Puede haber múltiples motivos de ausentismo, pero esta es una gran oportunidad de estar en un programa que no es punitivo, un programa que viene a colaborar a identificar los motivos y ofrecer la mejor propuesta educativa para que ese estudiante no esté en riesgo de desvinculación de trayectoria educativa, lo que afectaría sus aprendizajes y su futuro”.
 
¿Cómo se resuelve entonces un regreso armónico? Por la vía de postulación regular a los establecimientos a través del SAE, con matrículas al 2025, o mediante un acercamiento previo con aulas de reingreso que empiezan a funcionar en el CEIA (Centro Educación Integrado de Jóvenes y Adultos) y que buscan reencantar a los jóvenes con la educación.
 
Desde Formación Integral de SLEP, Francisco Morales, añade que “es importante la valoración familiar y cultural con respecto al sistema educativo y lo importante que es que los estudiantes terminen sus procesos, porque son un factor protector. Ese es un cambio cultural que debemos hacer y para eso hay que estar presentes, asistiendo a clases”.
 
“La articulación interna y escuchar a las escuelas con sus necesidades es un buen camino, y el programa de revinculación está forjando un mecanismo para que funcione no solo este año, sino que en el futuro”, complementó.
 
Sobre este último punto, y pese a que en primera instancia el equipo funciona hasta diciembre, Mardones explica que quieren dejar sentadas la bases para que en adelante este trabajo siga en pie o al menos queden mecanismos establecidos de apoyo en esta misma línea.