Un resumen de lo avanzado en un complejo 2022 y las proyecciones a los desafíos de un 2023 en ciernes, fue la tónica de una reunión organizada por el equipo de convivencia escolar de SLEP de Valparaíso, liderado por Camilo Serra, y sus contrapartes de los establecimientos -principalmente las duplas psicosociales-, en un encuentro realizado en la Universidad de Valparaíso.
Oportunidad en que desde SLEP se recibió, también, la opinión de los profesionales presentes en pos de la mejora de la gestión y de algunos procedimientos, especialmente los referidos a la judicialización de algunos casos graves.
Se destacó, de parte de Serra, diversos encuentros pedagógicos y de capacitación en los que el Servicio intentó entregar múltiples herramientas de reflexión y aplicación para las necesidades escolares actuales. Así, por ejemplo, se recordaron los talleres y seminarios entregados, como por ejemplo el seminario “Cómo abordar la violencia escolar”, también el seminario “Orientaciones y Estrategias para la ciudadanía digital”, el webinar “Beneficios de la actividad física para la salud”, así como también el webinar “Creación de club deportivo en establecimientos educativos”. También destacó el encuentro de “Neuropediatría y Educación”, entre otros.
Junto con lo anterior, relevó la firma de convenios, entre ellos el realizado con EduInclusiva de la PUCV, que permitirá dotar de importantes estrategias de convivencia y apoyo profesional a algunas comunidades a partir de 2023.
¿Algunas cifras? 60 de 66 establecimientos elevaron sus planes de convivencia este año, 1.541 personas participaron de las capacitaciones y desde SLEP colaboraron con 64 casos de dificultad de convivencia escolar, dando resolución a casi la mayoría y los faltantes en vías de solución.
Trabajo relevante
Un trabajo que, desde quienes trabajan en los establecimientos, fue valorado, pero también aseguran que hay desafíos por cumplir en 2023.
Así lo explicó Carolina Manzano, encargada de Enlaces de la Escuela Estado de Israel y que apoya al área de convivencia. “Este ha sido el año más complejo, porque no hemos dado con los tiempos, el recurso humano ha sido complejo (…) como establecimiento estamos tratando de ordenarnos y ver qué nos faltó, pero el próximo año saldremos de esto”.
Agregó que pudo participar en varios seminarios y que prefiere que se dé la mayoría en los primeros semestres. Más allá de eso, aseguró que “lo ideal es recibir más herramientas prácticas, y eso es un deseo para 2023”.
Por su parte la psicóloga del Liceo Bicentenario, Soledad Vargas, agregó que “en el 2022 hubo muchos problemas de alumnos -post estallido y pandemia- para poder adaptarse a esta normalidad, mucho problema socioemocional que hemos trabajado con los estudiantes y sus familias. Pero se ha logrado sacar el año adelante».
Sobre el valor de quienes trabajan en convivencia, expuso que “son importantes las duplas psicosociales, porque los alumnos pasan mucho tiempo en los establecimientos y nuestro trabajo es vincularnos con ellos y sus familias y decirles que nuestra postura es siempre querer ayudarlos. Hay una parte que parece fea, en que toca decir lo que no gusta y nos enfrentamos a que muchos adultos creen que uno los quiere atacar”, agregó.
Sobre los encuentros desarrollados, le parecieron “muy interesantes, muy buenos. Han sido muy prácticos, porque más allá de la oratoria o de lo teórico, nos hacen trabajar de manera práctica para aprender”.
Finalmente, Juan Sagredo, el encargado de Convivencia Escolar del Liceo María Luisa Bombal, confirmó que la vuelta obligatoria a la presencialidad los hizo encontrarse con “un primer semestre con un escenario inédito para todos, nadie estaba preparado, y muchas veces debimos actuar multiplicándonos e instalar nuevas culturas. En ese sentido ayudó mucho que, desde el Servicio Local, se haya incluido una dupla en el equipo que encabeza Camilo Serra porque han ido a los establecimientos y hemos recibido su ayuda”.
Sobre las instancias de capacitación, las valoró “bastante bien la gran mayoría, instancias que sirvieron mucho, y de hecho algunas de esas prácticas las pude llevar a mi comunidad. No tengo ninguna queja, fueron todos aprendizajes que van sirviendo».
Como análisis general, Serra aseguró que este cierre de año de coordinación de convivencia “permitió hacer el análisis 2022 y también levantar las necesidades para el 2023, que se plasman en una planificación. Se presentó lo que buscamos para el próximo año en cuanto a formación integral, un cambio de paradigma desde SLEP a los establecimientos, donde la multidimensionalidad que tiene el desarrollo humano va a ser clave en el futuro”.
«En la cita participaron alrededor de 90 personas de los 66 establecimientos y junto a ellos reflexionamos las mejoras posibles y así establecer en conjunto la priorización de los objetivos que nos va a permitir seguir fortaleciendo la convivencia y la formación integral en Valparaíso y Juan Fernández”, zanjó el funcionario.