Sabemos que hoy en día la salud mental tras vivir una dura Pandemia causó estragos en adultos, jóvenes y niños, sumado a una virtualidad que no siempre suma a las niñas, niños y adolescentes. Es por esto por lo que una de las Psicólogas del establecimiento, Silvana Forrich junto a la Trabajadora Social Alejandra González, retomaron su taller, denominado “Tú inspiras” cuyo objetivo es empoderar a las niñas a encontrar su mejor versión con ayuda Psicoemocional.
“En esta instancia valoramos el “body positive”, trabajamos el empoderamiento femenino, autoestima, autoimagen, que culmina con este desfile de los atributos el taller “Tú inspiras” porque trabajamos la lógica de que ellas son musas, que no se deben poner límites y de ahí proyectarlas. En este taller no están las chicas con más personalidad de la escuela, fue una manera de realzar sus mejores atributos, aptitudes y capacidades de las niñas, estos talleres se hacen cada martes, venimos desde agosto trabajando, y cada martes ellas se quedaban después de sus clases, nos esperaban, fueron siete sesiones teóricas y seis de práctica de caminar, algunas niñas se atrevieron a ponerse tacos, la idea no era generar un adultocentrismo ni cosificarlas, la idea era destacar cada niña con su atributo, era relevar sus capacidades, sueños y eso es lo que destacamos, más que la vestimenta que las acompañaba, fueron 23 niñas que pasaron por este taller, son de distintos cursos, pero ahora se saludan en el patio, se reconocen, ha sido genial porque es intergeneracional y ha impactado positivamente en ellas”, señaló Alejandra González, Trabajadora Social del establecimiento.
Por su parte la Psicóloga Silvana Forrich y encargada de convivencia escolar de la Escuela Joaquín Edwards Bello explicó la relevancia de esta iniciativa para las niñas. “Hace muchos años esto se hacía, pero tal vez no tenía tanta difusión, yo sentía que estábamos perdiendo esta iniciativa, porque nosotros vemos a las niñas, con diversas problemáticas presentes día a día y decidimos hacer un taller de autoestima que lo hacemos con la Trabajadora Social, desde las 15.00 a 16.00 horas, se culmina con un desfile de atributos, destacando la autovaloración, destacando que la mejor curva es su sonrisa. Es muy importante lograr este proceso con las niñas”.
Antonia González, estudiante de 6to A, reflexionó acerca del proceso que vivió durante estos meses en el taller. “Divertido porque así uno se siente segura de sí misma, me siento muy orgullosa de todo lo que he logrado hasta hoy”.
“Todo es posible”
Catalina Núñez, estudiante de Enfermería y quien hasta hace un tiempo cantaba en el transporte de Metro de Valparaíso a Limache, deleitando a todos con su voz, lo que le permitió costear sus estudios. Durante esta emotiva iniciativa, Catalina relató su dura historia de niñez y adolescencia, sorteó abandono y bullyng a muy temprana edad, y en su misma reflexión plantea que esto en vez de hacerla sentir inferior, la ayudó a tomar más coraje para conseguir lo que buscaba en su vida, hoy es madre, con una voz privilegiada y ad-portas de ser una nueva enfermera en la salud de nuestro país.
“Cuando me contactó Silvana fue muy bonito que me considerara para cantar acá a las niñas y le dije que yo podía dar mi testimonio y fue algo muy emocionante, porque me tocó, el bullyng es algo que se vive en las escuelas todos los días, quizás son un tema tabú aún. Pero sí debemos hacer hincapié en el cuidado de la salud mental, lo digo como estudiante de Enfermería hago énfasis en eso, que lindo que haya estas instancias de apoyo, de aumentar la autoestima de las niñas, sobre todo hoy en día que es muy difícil, ver las niñas detrás del escenario fue algo muy lindo, yo nunca lo había visto en un establecimiento es importante que el resto de las comunidades lo repliquen, el cuidado y la integridad de las niñas”, indicó.
En tanto la directora del establecimiento, Patricia Contreras, describió la grata sorpresa que fue para ella la culminación de este taller. “Para mí ha sido una gran sorpresa, porque confié en el relato que me había hecho Silvana de lo que había sido los años anteriores a la Pandemia y poder ver la actitud de las niñas, como ellas son capaces de transformarse y sacar sus máximos posibles como les digo yo, los cambios de la vida cotidiana que tienen en las escuela, el atreverse a vestirse distinto, a maquillarse, a presenciar la mujer que hay detrás de ellas, lo valiosas que son, que no importa donde yo haya nacido, ni las dificultades que tenga en la vida escolar, yo también puedo buscar cuales son mis talentos, y a partir de esos talentos tener mayor seguridad, mayor autoestima, ver a las niñas felices desde curso pequeños hasta enseñanza media, me llena de esperanza de que tenemos mucho por hacer aún en la educación pública por ellas y por los jóvenes”.