“Mi hijo está súper contento, de hecho, logré inscribirlo en el conservatorio de música. Ahora él ama un poquito más el colegio por sus compañeritos y el trato que le dan las maestras, pero además del apego ahora con lo de la música tiene otro aval estando en el preconservatorio. Le gusta, porque lo dejan cantar, se desenvuelve y por ahora toca flauta y de ahí se evaluará”.
Estas palabras corresponden a la venezolana Marileth Salazar, madre del pequeño Elías Josué Salcedo (destacado en las imágenes de esta publicación), quien llegó en prekínder al Liceo Matilde Brandau de Ross y este 2023 pasó a cuarto básico. Con una experiencia más que satisfactoria.
Hace algo más de un año las estimaciones del Instituto Nacional de Estadísticas mostraban que casi 100 mil extranjeros residían en la región de Valparaíso, buena parte de ellos en la ciudad puerto. Cifras que, en los últimos meses podría incluso haberse incrementado.
Es así como una gran cantidad de estudiantes con origen foráneo ha llegado hasta las aulas de los establecimientos pertenecientes al Servicio Local de Educación Pública de Valparaíso teniendo algunos de estos recintos como icono del fenómeno.
El Colegio México de Placilla y el Liceo Matilde Brandau de Ross en pleno centro de la comuna, por ejemplo, son dos de los establecimientos que han condensado gran cantidad de alumnos extranjeros, llevándolos a repensar cómo trabajar un armónico proceso de integración e igualdad.
En el Matilde Brandau, de hecho, elaboraron toda una estrategia de integración que va mucho más allá de solo una buena convivencia y no discriminación, sino que se han esforzado por que la comunidad conozca y sea parte de las culturas exógenas.
La directora del establecimiento, Alejandra Paredes, asegura que el 40% de su matrícula es de origen internacional, con nueve nacionalidades distintas y estima que este fenómeno se produjo naturalmente en un primer momento y que, “hoy en día, debido a la acogida y apoyo de la comunidad escolar, se busca favorecer las trayectorias escolares mediante la integración social y pedagógica, propiciando el intercambio cultural de los estudiantes, lo cual incrementado el interés de las familia por ser parte de nuestro proyecto educativo donde la multiculturalidad es parte de nuestros sellos educativos”.
“Las principales fortalezas son el desarrollo de competencias para la comprensión y valoración de las diferencias culturales aportando a la visión del mundo de los estudiantes respecto a los derechos humanos a la promoción del diálogo y el respeto por la diferencia. Todo lo mencionado tiene que ver con la construcción colectiva, el compromiso y participación de todos los integrantes de la comunidad educativa quienes nos ayudan a promover y participar en la valoración, reconocimiento y aceptación de todos los integrantes de la comunidad escolar”, agregó.
Embajadores culturales
“En el liceo nos ha ido súper bien, yo llegué un año en julio a Valparaíso, y dos días después me dieron dos opciones para mi hijo: Matilde Brandau y Alemania, como yo soy párvula de profesión, preferí que fuera mixto. Ahí hablé con la directora y al día siguiente ya estaba listo. Me dijeron que fuera sin uniforme, sin nada, y ahí nos regalaron chaquetas, buzos, nos recibieron muy bien, fue una ayuda super buena”, recuerda Marileth.
“Yo estaba en un grupo llamado ‘Venezolanos con propósito’ y como sabían que yo tenía afinidad con el personal del establecimiento, cuando necesitaban un cupo me decían y yo he llevado muchos niños para allá y a todos los han recibido con la misma ayuda. No hay ningún tipo de discriminación, por eso yo creo que es un colegio con tantos migrantes. De hecho, tengo algunas compatriotas que tienen hasta cinco hijos en el liceo”, revela la mujer que dice que en general no ha tenido eventos de discriminación en el país, pero que reconoce en el establecimiento educacional un espacio de resguardo excepcional.
Pero todo esto no es magia y responde a un trabajo cuidadoso por parte del recinto. De hecho, una de sus claves de este trato es la existencia de un Departamento Intercultural dedicado exclusivamente a esta temática.
Quien lidera esta iniciativa es el profesor Pablo Lazcano, quien explica que “el departamento, cuando se creó, desde un principio tuvo como principal motivación la integración de nuestros estudiantes extranjeros, como una manera de acercar nuestra cultura y organización social a las personas que no la conocen. Sin embargo, a medida que avanzó el tiempo nos percatamos que los estudiantes chilenos tampoco conocían mucho los países de sus compañeros. Es por ello, que como una manera de que el aprendizaje sea mutuo, se creó la figura de embajador cultural, donde el estudiante representa su país de origen, divulgando ciertas características y expresiones culturales; como la gastronomía, arte, atractivos turísticos y algunos usos lingüísticos. Además, el embajador cultural es el representante oficial de todos los y las estudiantes que sean coterráneos de él o ella, como una manera de representar y canalizar sus diferentes inquietudes e ideas frente a la institución”.
Agrega que esta experiencia ha sido “total y absolutamente enriquecedora, ya que le ha permitido a la comunidad en general tener un ‘feedback’ sobre las necesidades canalizadas de los estudiantes y se ha visto que también los extranjeros se sienten más representados y con voz dentro del establecimiento, lo cual es muy positivo cuando te estas integrando a un lugar”.
Lazcano explica que la propuesta, pese a que aún hay muchas mejoras, ha sido bien recibida por la comunidad de alumnos e igualmente sus familia. Dentro de los principales objetivos tiene, además, tener un catastro de estudiantes extranjeros, presentar la realidad local a los estudiantes extranjeros, clases de español a los estudiantes haitianos (partiendo desde el francés), diseñar las actividades del mes de la interculturalidad, reuniones mensuales con los embajadores culturales, apoyo y asesoría a los estudiantes extranjeros, docentes y paradocentes cuando hay algún conflicto de convivencia donde se vean involucrados, entre otras.
Justamente a propósito de la convivencia, que ha sido tema medular de los últimos meses en la educación de nuestro país, la directora dice que en el establecimiento “se trabaja en base a los valores institucionales (empatía, solidaridad, respeto, inclusión e integración), los cuales se promueven con actividades dinámicas y de participación, las que están calendarizadas en forma mensual y a cargo de alumnos y docentes”.
Destaca aquí la creación del Departamento Intercultural, “el cual promueve la integración de los estudiantes migrantes mediante los embajadores culturales, que tienen como misión acoger y dar apoyo a los estudiantes que ingresan al establecimiento, promoviendo la sana convivencia escolar”.
Por su parte Lazcano cree que “es un trabajo que no ha sido fácil, pero gracias al apoyo de toda la comunidad educativa, en donde estamos enfocados en la integración y la empatía, ha sido posible. Debemos destacar las diferentes estrategias empleadas donde integramos a los estudiantes y sus apoderados, entendiendo que en gran medida los niños son el reflejo de lo que ven en su casa”.